Era el mes de diciembre del del 2010 cuando me jubilé de la judicatura. Podía haber continuado unos seis años más, pero unos meses antes había sucedido algo que me había disgustado y que agudizó mi afán de cambio. El Consejo General del Poder Judicial convocó interesados para la Presidencia del Tribunal
Superior de justicia de Madrid. No lo dude. Me resultaba super interesante. Se trataba nada menos que de organizar, no los juzgados de la ciudad de Madrid, de los que había sido años antes elegida por mis compañeros jueces Jueza Decana, si no todos los juzgados y tribunales de la comunidad de Madrid.
El Consejo General del Poder Judicial convocó ese concurso y nos pidió a cada uno de los que estábamos interesados que hiciéramos un proyecto de lo que iba ser nuestro programa de gestión. Me esmeré y creo que lo hice muy bien. Además, iba a ser la primera vez en la que en la ciudad de Madrid una mujer podía ser Presidenta del Tribunal Superior de Madrid. Me felicitaron los consejeros y me fui tan contenta a casa. Pero la política partidista se impuso y los elegidos fueron los que querían los partidos. El PSOE estaba interesado en el de Galicia donde en ese momento gobernaba y aquí en Madrid la señora Aguirre estaba empeñada en apoyar a un magistrado próximo a la derecha.
La primera empresa social que fabricó y comercializó Zapatelas en 2013 se llamó Yayos Emprendedores S. L. Luego cuando me eligieron alcaldesa se transformó en una ONG en la que yo no estaba: “Cosiendo el Paro “-
La tienda física estuvo abierta hasta septiembre del 2022. Ahora estamos trabajando en el taller ocupacional (terapéutico) de la cárcel de Aranjuez (Madrid VI), el taller de inserción en Madrid y nuestra preciosa empresa…..en las nubes cibernéticas.
El equipo ha ido cambiando, presos, presas, voluntarios, voluntarias y profesionales de la costura. Algunas formadas por nosotros mismos, otros u otras ya expertas como fue nuestra querida Lourdes y nuestra directora de todo, María Noguerol.
Me ha gustado mucho ser jueza. Es algo útil que la humanidad siempre ha necesitado, terceros independientes que ayuden a resolver los conflictos interpretando las leyes que están en papel acoplándolas a la vida.
Los jueces tienen que escuchar a unos y otros. Escuchar me ha venido bien en la vida. Relativizas.
Lo de ser alcaldesa fue una sorpresa. Me enamore de Madrid y de lo que puede ser una ciudad que invente, que acoja y que cuide.
He escrito más de 6 libros, algunos colectivos y otros en solitario. Me gusta contar lo que veo, lo que vivo y sobre todo me gusta proponer mejorar lo que veo. Desde pequeña me gustó escribir. Tengo una entrevista que me hicieron por ganar un premio literario cuando era una adolescente.
A lo largo de mi vida siempre me gustó hacer muñecos de papel, de tela, de plastilina.
Mi padre tenía una tienda en la Gran Vía y yo puse en el escaparate dos de los muñecos que hacía. Se vendieron en seguida. Ya casada y con mi niña Eva, veraneábamos en la preciosa Ibiza de los años 70. Entonces hacia sirenas de cerámica. Las íbamos a vender al mercado de Scana. También vendía conmigo mi amiga Elisa. Ella también hacia cerámica. No creo que vendiéramos mucho pero lo pasábamos estupendo.
Mi madre enfermó poquito a poco de Alzheimer. Cuando me quedaba con ella por las tardes hacíamos muñecos con medias. Mi madre me ayudaba enhebrando agujas que dejaba pichadas en el acerico. Las ponía en fila para que yo la siquiera utilizando.
Me criticaba los muñecos que iban saliendo. Unos les gustaban mucho otros no. Me decía: “este te salió muy feo”. Siempre fue sincera. Odiaba la mentira. Guardo muchos de los muñecos que hice con mi madre mientras su enfermedad se la llevaba al mundo de la nada, pero ella se resistía ayudando como siempre.
La encantaba ayudar, Cuando estaba bien y venía a nuestras casas siempre entraba diciendo “¿qué puedo hacer? ¿ en qué puedo ayudar?
Vivo en Madrid en un chalet adosado de los años 50 en un barrio poco conocido que se llama el barrio de Portugalete. Cuando era alcaldesa las malas personas que inventan las “fake news” pusieron en internet unas fotos en las que decían que yo vivía nada menos que en el Parque Orgaz. Mucha gente se lo creyó.
A mí me encanta mi casita y jamás la cambiaria por las “casazas” del parque Orgaz. Tengo un pequeño jardín en el que me da sombra un grandísimo níspero que plante con un hueso.
Tengo también, un ciruelo, un peral un limonero y un melocotonero. Todos están un poco apretados, pero se llevan bien. Hago mermeladas. Si queréis me podéis pedir y os las regalo con las compras.
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